martes, 26 de marzo de 2013

Gastronomía y Literatura

SONETO AL VINO
¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa conjunción de los astros, en qué secreto día que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa y singular idea de inventar la alegría? Con otoños de oro la inventaron. El vino fluye rojo a lo largo de las generaciones como el río del tiempo y en el arduo camino nos prodiga su música, su fuego y sus leones. En la noche del júbilo o en la jornada adversa exalta la alegría o mitiga el espanto y el ditirambo nuevo que este día le canto otrora lo cantaron el árabe y el persa. Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.
ODA A LA CEBOLLA

 Cebolla, luminosa redoma, pétalo a pétalo se formó tu hermosura, escamas de cristal te acrecentaron y en el secreto de la tierra oscura se redondeó tu vientre de rocío. Bajo la tierra fue el milagro y cuando apareció tu torpe tallo verde, y nacieron tus hojas como espadas en el huerto, la tierra acumuló su poderío mostrando tu desnuda transparencia, y como en Afrodita el mar remoto duplicó la magnolia levantando sus senos, la tierra así te hizo, cebolla,
clara como un planeta, y destinada a relucir, constelación constante, redonda rosa de agua, sobre la mesa de las pobres gentes. Generosa deshaces tu globo de frescura en la consumación ferviente de la olla, y el jirón de cristal al calor encendido del aceite se transforma en rizada pluma de oro. También recordaré cómo fecunda tu influencia el amor de la ensalada, y parece que el cielo contribuye dándole fina forma de granizo a celebrar tu claridad picada sobre los hemisferios del tomate. Pero al alcance de las manos del pueblo, regada con aceite, espolvoreada con un poco de sal, matas el hambre del jornalero en el duro camino. Estrella de los pobres, hada madrina envuelta en delicado papel, sales del suelo, eterna, intacta, pura como semilla de astro, y al cortarte el cuchillo en la cocina sube la única lágrima sin pena. Nos hiciste llorar sin afligirnos. Yo cuanto existe celebré, cebolla, pero para mí eres
más hermosa que un ave de plumas cegadoras, eres para mis ojos globo celeste, copa de platino, baile inmóvil de anémona nevada y vive la fragancia de la tierra en tu naturaleza cristalina.
LITERATURA Y GASTRONOMÍA.
Un gran escritor fue Don Alonso Reyes, un hombre de letras, fue un escritor y gourmet del siglo XX.
Siempre demostró interés sobre los asuntos gastronómicos. Entre sus escritos se puede destacar: Memorias de cocina y bodega, un libro que se divide en dos partes:
La primera parte de título: Memorias de cocina y bodega y es la narración donde el arte de la cocina y la bodega es un poema sobre la confitería de Toledo, o una rápida ilusión a las sevillanas y murillescas yemas de San Leonardo, y unas páginas sueltas sobre tierras Castellanas, Andaluzas, Vascongadas y Bordelescas.
La segunda parte de la obra es el caso de la Minuta. Son un total de treinta y nueve juegos poéticos dedicados a los entremeses a la sopa, al café, a los licores y al tabaco.
Expongo una poesía sobre los licores.
“XXXIII
Licores
ALEGORÍA de blasones
y de banderas nacionales
En barquitos de pabellones
de sus armamentos iguales
la Sociedad de las Naciones
Quinta-esencia de sensaciones
ronda de aromas espectrales14
mentas, cacaos y limones
Deshechos en inhalaciones
los apetitos vegetales
El sumiller tasa el licor
El engaño de los espejos
hace de multiplicador
y Marconi enciende de lejos
los cien globitos de color.
El libro esta bellamente editado y también se incluyen dibujos, cartas de restaurantes y fotos. En este libro Don Alonso Reyes compara la prosa eminente de la vida con el arte culinario.
Alfonso Reyes creo en 1986 un grupo de gourmets, estos personajes han escrito libros científicos, novelas y algunas fueron también periodistas, en los que expusieron sus conocimientos gastronómicos.
Hicieron un libro colectivo en el que destacan tres puntos: la culinaria la culinaria y sus conocimientos sobre Alfonso Reyes. El título del libro colectivo es comiendo con Reyes que es un homenaje hacia Alfonso Reyes.
POEMA GASTRONÓMICO. 4ª ESO C.
ALBERTO P.B.
Lubina con puré,
con aceite y miel,
para ella ó para él,
se levanta el tupé.
Patatas rellenas,
pimientos morados,
caldo de ternera,
todo realugado, comerlo a tu vera.
  
GASTRONOMÍA.

Un aperitivo. Entre escritores y gourmets: el caso Hemingway
Es interesante ingresar al mundo literario – sin menospreciar las obras escritas de cocineros y oficiantes de la buena mesa con sus recetarios y encontrar que algunos escritores de fama nacional e internacional han incursionado en la gastronomía o la incluyen en las tramas de sus novelas o ensayos críticos, demostrándonos su calidad de excelsos gourmets.
Se sabe a la perfección que Ernest Hemingway fué un amante de la aventura, la caza mayor, los sanfermines, las corridas de toros, el boxeo y de la buena mesa. A lo largo de varios de sus libros muestra su conocimiento respecto de los buenos guisos y otros placeres consumibles , como la excelsitud de desgustar un café y por hablar de los cafetines donde se ofertaba la decilia liquida, en ese mundo de bohemio y arte: es decir, que el hambre impulsa al autor a sobresalir , como lo podemos leer cuando nos narra sus experiencias en París hacía los años 20 del siglo XX.
Si queremos conocer los años locos de la bohemia de los barrios de artistas tenemos que leer la vida del autor estadounidense, nos lleva a paisajes selváticos de África hasta las pantagruélicas comidas españolas antes de la corrida de toros ; o la práctica de la pesca a bordo de su yate, y la desgustación de las piezas obtenidas, combinadas con los desayunos a la Hemingway.
En gran parte de la literatura del autor se muestra la vcida del autor, sus experiencias en la cocina y la comida tanto de Francia, España y Cuba al grado que serán la comida y el alcohol factores en su dieta que al postre le llevaran al suicidio por el exceso de consumo. Podría decirse que la inspiración de Ernest le venía del vino y la buena mesa, signos distintivos del escritor que fué durante toda su vida.
Pero no sólo Hemingway fue excesivo en la bebida (vino) sino que a la lista hay que agregar escritores como Francis Scott Fitzgerald, Malcolm lowry, Edgar Alan Poe y algunos otros más.
Profesor de Lengua y Literatura D. Fernándo Cubero
Colaboración de alumnos de cuarto y subido por Estela Pérez

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